Terminamos la semana con
una nueva musa chocera. Si hace un mes nos deleitábamos con la excelsa silueta de
Sonia Ferrer, esta vez hemos fijado nuestras pollas en la no menos espectacular
EDURNE GARCÍA. El apellido es cierto, no lo he improvisado, cabrones.
Saltó a la fama como cantante gracias a su participación en
OT 4, pero antes de exhibir su angelical voz, probó suerte como actriz en
Ana y los 7 (la serie asquerosa esa de Vieja Obregón). Actualmente, con
24 añitos, contornea su irresistible figura en el concurso
Más Que Baile (el programa asqueroso ese en el que participó Vieja Obregón).
A disfrutar de la flamante Edurne, y que conste que
no me gusta.
Ah, ¿que tengo que comentar? Pues vale. En la presente captura, la bella Edurne no duda en bajarse unos centímetros ese cinturón vaquero para mostrar tímidamente su
ropa interior inferior, aunque yo la calificaría de superior, a juzgar por la calidad de lo que esa prenda podría esconder. Ahora bien, lo que no entiendo es qué pintan
tres micrófonos en una fotografía, cuando dicha técnica no admite transmisión sonora. Las quejas, a
Joseph Nicéphore Niépce.

La iluminación de esta portada permite vislumbrar con más claridad que esta tía está muy buena, pero si lo analizamos desde un punto de vista
puramente artístico, hay que decir que
el fondo es negro. Y sin embargo ella es
rubia. Sin duda, podríamos estar ante un caso de
pareidolia, aunque también cabe la posibilidad de que el fondo sea realmente negro, y ella rubia. Lo que no caben son tales tetazas en ese sostén, que creo haber visto en
Women's Secret. Ah no, no es.

Y al igual que en una película española, dejamos
lo mejor para el final (en el caso de la película sería el letrero de FIN). Y no ha sido fácil encontrar una estampa
edurnesca de
torso desnudo. Y eso me pone los dientes aún más largos, chavales. Además, no hay cosa que más me enerve que
una tía en bolas cubierta de pintura. Para tapar las grietas de la cocina está bien,
pero no los pezones de semejante gachí. Al menos, se confirma mi sospecha de que nunca fue plana.
Para verla marcándose un tango, clic
aquí, aunque yo me quedo con las fotos. Ah, por cierto, antes he calumniado. Edurne
sí me gusta.
Yo creo que viendo las fotos... no hay palabras...
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