¡Eric Cartman Existe!

Cómo son los peques, ¿eh amigos? Cuando te quieres dar cuenta, se te han hecho unos hombrecitos, ¡como si nada! Pero bueno, también es verdad que ya no son lo que eran. Algunos incluso se atreven a contestar a sus padres, ¿os lo podéis creer? Pues yo tenía mis dudas hasta que conocí este caso del Doctor Phil, el equivalente americano de nuestro Hermano Mayor (cuatroº).

Noah, el niño orondo oriundo de EEUU que os presento, tiene sólo 10 añitos, y como vais a comprobar es bastante contestón. Sin embargo, aunque en casa falte la figura del padre, Wendy -su madre- sabe imponer respeto y ponerle en su sitio cuando el crío eleva el tono.

Os dejo con este ejemplo de autoridad y disciplina estajanovista de los que ya no quedan... y con su madre.




Seguro que esa zorra aprendió la lección y no volvió a interrumpir a su vástago. Vamos hombre, hasta dónde podríamos llegar. ¡Y encima la tía no le respeta ni el turno de palabra!

Nota: Me dejan a mi con esa bola de sebo (el niño) en una misma habitación cinco minutitos, y sale hasta delgado, fíjate lo que te digo.

LABOR DE INVESTIGACIÓN:

Tal como hemos hecho en ocasiones anteriores con grandes vídeos de bofetadas y/o puñetazos (nuestros favoritos), ampliamos la información para contextualizar el caso.
Toda esta rocambolesca historia comienza cuando Wendy pierde a Olivia, su otra hija (y hermana de Cartman, perdón, Noah) en 2005, tres años antes de esta escenita.

Desde entonces, el bueno de Noah empieza a ponerse como un tonel y a tocar los cojones en el colegio, hasta el punto de agredir al director del centro. El chiquitín se justifica diciendo que su madre no le trata con respeto, y -no os lo perdáis- un buen día decide llamar al Defensor del Menor asegurando que su madre lo maltrata. jajajajaja.

Por último, dentro del avión que se dirige a Los Ángeles (donde van a encontrarse con el Doctor Phil), madre e hijo empiezan la disputa que se "resuelve" en el vídeo. Resulta que el niño monta un espectáculo porque le molesta el volumen de los cascos de su madre. Wendy lo baja al máximo, y el ballenato prosigue con su retahíla de aspavientos y codazos, hasta que Wendy le responde con otro firme codazo para que se calle de una puta vez.

El resto... ya lo habéis disfrutado. Pero si queréis ver la discusión completa, pinchad aquí para prolongar las risas durante 8 minutos. Como siempre, en inglés, para choceros Premium.