El Desplagiador: La Nueva Campaña de Campofrío

Si hay una cosa que me repugna de la publicidad es, entre otras cosas, todo. Pero también la absoluta falta de creatividad y talento del 99% de los publicitarios, cuyas agencias facturan ingentes beneficios mientras los anunciantes que las contratan se dejan engañar como imbéciles.



Y la culpa no es de los cuatro caraduras presuntuosos que viven de plagiar ideas ajenas como si fueran suyas, sino de los jefes que se las dan por buenas, y mucho más aún, de las compañías que pagan por ellas, por carecer de una mínima cultura audiovisual que les permita identificar su verdadera fuente de procedencia.

Es el caso de Campofrío. Esta empresa de cerdos y su agencia se dedican a apropiarse sistemáticamente de las ideas de los demás (¿trabajará DiCaprio para ellos?), mientras puñados de ignorantes aplauden su genialidad creativa en los foros. Pero para eso está El Desplagiador. Veamos el último e insufrible spot de las pechugas Pavofrío, y luego lo comentamos. A ver si sois capaces de aguantar tanta moñez en 60 segundos:





Apuesto una cena a que un 50% de vosotros ya ha identificado la fuente argumental de esta vomitiva pieza. Mientras los demás seguís pensando, voy a darle un poco más de cera a esta gentuza, que me tienen mu'quemao. ¿Os imagináis a un periodista de El País firmando una entrevista realizada por un colega de El Mundo? ¿Y a Pedro J. atribuyéndose noticias o investigaciones de Robster? Si eso no es admisible en periodismo, ¿por qué sí lo es en publicidad?

Pues porque, entre otras razones, la mayoría de estas cutre-campañas no salen de países tercermundistas como España, para que resulte casi imposible que un extranjero como Matt Groening se preocupe por un anuncio de lonchas Pavofrío en su puta vida. Pero eso sí, "mientras no se entera, nos atribuimos los méritos y los billetitos, sin citar el origen artístico de nuestra obra para que así nos concedan premios y el público nos la chupe".

Ahora calculo que el 75% de choceros ya habréis localizado la serie e incluso el capítulo que la agencia McCann Erickson ha CALCADO PASO POR PASO, convirtiéndolo además en una detestable cursilada envuelta en un feminismo forzado, populachero y estomagante. Recordemos sin más demora un extracto del magnífico episodio en cuestión, que pertenece, efectivamente, a Los Simpson.





Temporada 5. Capítulo 14. Título: Lisa contra Stacy Malibú. Cuando Lisa descubre que la muñeca parlante de moda es un contenedor de frases superficiales y machistas (como "a mí no me preguntes, sólo soy una chica, ¡ja, ja!"), decide acudir a la fábrica (donde vemos un plano prácticamente idéntico al del anuncio) para crear una muñeca a su imagen y semejanza, grabando sus propias frases: "confía en ti misma". Así nace Lisa Corazón de León, una muñeca única, como las chicas de verdad. En resumen... hay que tener JETA.




En términos legales, si yo fuese Bill Oakley o Josh Weinstein (guionistas del capítulo), me cambiaba directamente a El Pozo, que está mucho más rico. Por si nunca lo habíais visto, aquí tenéis el episodio completo (parte 1 y parte 2), en el que, para más inri, el abuelo Abe Simpson habla de cómo preparaba un plato muy específico en su juventud. ¿Queréis saber cuál...? Pavo. Cómo me alegro de haber mandado a la mierda la carrera de Publicidad.