Un Desayuno 100% Orgánico

Es normal que en estas fechas veraniegas de playa y de piscina las chicas (por cierto, ¡he oído que todavía tenemos una lectora!) cuiden celosamente su dieta para lucir una figura más esbelta y acorde con los cánones que dictan la moral y los anuncios de cosméticos.

Algunas incluso llegan a orientar sus gustos gastronómicos hacia productos más sanos, del campo, de esos que difícilmente han sido manipulados genéticamente o rociados con pesticidas o bombas de napalm, pese a su dulce olor a victoria.

Hace ya tiempo que me crucé con esta pequeña grabación, pero me persigue cada vez que como verdura, o marisco... algo que últimamente hago con bastante asiduidad. Veamos qué sorpresa nos tiene reservada esta atractiva femanon, de sonrisa pícara y mirada inocente...




¿Pero qué coño...? ¿Se la ha comido? ¡¡¡Síiiiiii!!! En efecto, bien masticadita y sin apenas pestañear. Y eso a pesar de los gritos histéricos de sus amiguitos, que demuestran poco más o menos la misma virilidad y compostura que nuestro querido Juan (click para ver post homosexual).

Para ser sincero, siento una mezcla de miedo, asco y atracción irresistible hacia la chica, pues al final, después de habernos sometido a la cruel tortura de videar como masticaba el jodido bicho, nos regala una mirada encandiladora, algo parecido a la sensación que se te queda cuando por fin se para el vagón de una montaña rusa en el que lo has pasado realmente mal.