martes, 10 de agosto de 2010

Cuánto Daño Has Hecho, Lady Gaga

A Lady Gaga se la puede escuchar, pero no ver. Las consecuencias de incumplir esta regla pueden ser fatídicas, y para muestra, un maricón.


Hace poco más de un mes, publicamos un controvertido post titulado Feliz Día del Complejo Gay. No disimuléis porque os acordáis perfectamente. Pues si hubiese tenido acceso al siguiente vídeo ese día, me habría ahorrado mucho texto.

El fan impúber de Lady Gaga que vais a sufrir a continuación, más chapero que Jordi González, llama por teléfono a su "amigo" Gabi para ver juntos el último videoclip de la imitadora mala de Madonna (y me da en la nariz que también de Maradona). Su nombre, Alejandro. El de la canción, digo. El fan se hace llamar Juan, aunque podría pasar por Juana la Loca sin problema, pero tampoco importaría que ardiese en la hoguera como Juana de Asco.

Advertencia: las imágenes que va a ver pueden herir gravemente su sensibilidad, sobre todo si hace menos de 72 horas que almorzó.




Este es exactamente el prototipo de gay vomitivo al que me refería cuando me declaraba homófobo. Hay que luchar contra esto, amigos, no podemos quedarnos impasibles ante tales aberraciones de la naturaleza con forma humana, porque si ESO adopta un niño en el futuro, corremos el riesgo de extinguirnos per secula seculorum. Aunque viendo cosas así, quizá sea lo mejor que nos puede pasar.

Dicho sea de paso, he intentado ver el videoclip que motiva tan abyecta reacción, pero he durado menos que Bob Esponja en la playa de Vigo. Cuando una artista empieza a abusar de determinados recursos transgresores más vistos que Farmacia de Guardia, un buen día se acaba quedando con los fans que se merece. Juan y Gabi.

3 comentarios:

  1. Creo que sobre Juan lo único que puede decirse es que "La hija puta no hace más que ponerse en ridículo"*

    jajajajaja Este país se va a la mierda. :(

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  2. Este chaval es un amiguete mío y, en su defensa, debo decir que su forma de ser no tiene nada que ver con que sea maricón perdido, que lo es.

    En realidad, su familia entera habla así. Es como Boris Izaguirre, que no tiene absolutamente nada de pluma. Es que, realmente, los caraqueños hablan como Boris. Quizá menos exagerado, pero es la forma de hablar de Caracas.

    Y lo mismo con Juan. Un chaval tremendamente divertido, doy fe de ello. También comparto tu odio y mi bilis hacia los maricones-tipo, como los que se visten de bailarines de Fama y pueblan las colas de los conciertos de la rubia teñida esta. De verdad que te entiendo pero, Juan, es diferente, es un maricón de Málaga :-P

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