Los Que No Superaron la Prueba

El país que nos cobija ha dado a conocer en este lunático día 21 que ya atrás queda, los resultados de la examinación de Selectividad 2010. Recuerdo aquellos diez días de incertidumbre como los más felices de mi vida académica, pues sabía que algo bueno se estaba fraguando en los despachos de corrección oficiales. Saqué un 2.

Bueno, estos son más peques, pero ya les caerá Platón también a ellos.

Espero con ahínco que todos los jóvenes que nos seguís hayáis cosechado una nota igual de excelsa o incluso mejor, pues en vuestras manos está el futuro del mundo, que yo ya estoy muy cansao. Si lo hacéis bien, todo lo de esta Tierra será de vuestro dominio, y mucho más aún, seréis un hombre, hijos míos.
Como Nicki de GH.

Con este petit hommage a Rudyard Kipling y Mercedes Milá, os deseamos un verano de asueto mientras pensáis en cómo sacarnos de esta ligera recesión que se avecina. Con embargo, no todos tienen tanta suerte como vos; otros, no logran superar la prueba en estos días, aunque la mayoría sobrepasa el 5 de nota media, y con creces. ¿Elitismo precarrera? No, amigos... Etilismo en carretera.



¡Esto no se ve ni en Faunia! Menudo tropel de engendros con carné... de Alcohólicos Unánimes, porque de automóvil no tienen ni el de Autoescuela Training DS. En cualquier casco, abramos una ronda rápida de valoraciones sobre estos alumnos embebidos en licor:

Del primero me gusta su ironía; de la segunda, su peculiar concepto de la marcha atrás (pero tranquilos, tenemos la píldora del día después); del tercero, sus "papitas"; del cuarto, la espaciosidad de su maletero (supongo que en el asiento del copiloto llevaba las maletas de farlopa); del de Villarreal C.F., nada; del de la camiseta ensangrentada, su dicción y adicción a las rayas que lleva encima; del motero jubilao, su frase "yo he conducido hasta la sangre correr por la calle" (ahora ya se entiende lo de la camiseta del conductor anterior), pero es que el siguiente... uf, se merece un párrafo nuevo.



Minuto 2:00. Este tío es uno de los personajes más descojonantes que he visto en mi vida. Una especie de Bartolo mezclado con Juan Pedro de El Informal, cruzado con un Bulldog. Desde este momento, El Inspector de Industria pasa a formar parte de nuestro hall de la fama por tener el careto más surrealista jamás grabado por un magnetoscopio.

Mierda. Me comunican que no hay tiempo para hablar de los cinco restantes, y como os podéis imaginar... yo soy un mandao.