jueves, 6 de mayo de 2010

Correspondencia con... Línea 88

Vaya, vaya, vaya... ¿Así que nos vamos 4 días a hacer la compra y os ponéis a llorar como plañideras? ¡¿Y vosotros decís tener pelos en los cojones?! Bueno, imagino que nuestras lectoras femeninas no tenéis de eso (lo primero).

Pues no os preocupéis, fieles choceros/as, que aquí viene la ración de actualizaciones que necesitáis para superar el mono. Y para abrir boca, una foto inesperada de esas que tanto nos molan.

Pongámonos en situación. Coges un autobús cualquiera, picas tu viaje sencillo como manda el Consorcio de Transportes de tu comunidad o región, y a medida que avanzas por el pasillo del autocar, divisas a este señor sentado tranquilamente en su asiento antes de bajarse en Peñagrande:



Y bien, ¿qué sensación te recorrería la epiglotis? Al ciudadano que tomó la fotografía con su móvil no le tembló el pulso, pues no debe de ser lo mismo encontrarse a este pasajero en un Immelmann III pilotado por Hans Baur, que en una guagua de la EMT conducida por Adulgerio Galcánez.

En cualquier caso, imagino que al llegar a su parada, el buen hombre gritaría Mein Stoppen, o en su defecto, pulsaría el botón rojo -que no el Frente- como todo hijo de vecino, y es que en un asiento de autobús... ninguno somos superhombres.

(¡Menos mal que no coincidió con Epic Beard Man en la misma línea!)

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