Dictadores desubicados, nuevas musas para nuestra colección, funerales inesperados, caras rotas con razón, niños que presumen de ir fumados, el payaso que destrozó Eurovisión (y el lunático que saltó al decorado), Pérrez con su nueva observación y un surtido de mórbidos variados, ¡cómo no!
Estos han sido sólo algunos de los temas que nos han hecho llorar de risa y reír de llanto, pero las grandes historias necesitan acabar con un broche de oro, con esa guinda sobre un pastel de nata o esos fuegos de artificio que despiden las fiestas patronales. Y eso es justo lo que os traigo hoy para cerrar un mes que por mayo era, por mayo, cuando hace la calor, cuando los trigos encañan y están los campos en flor.

ELLA fue nuestra madrina hace casi cuatro meses, cuando reactivamos el blog con más fuerzas que nunca, y tras todo este tiempo de letargo, esa mujer, la única, la irrepetible... HA VUELTO a las andadas. ¿Sabéis ya de quién se trata? ¿Aún no?
Pues esta pista será definitiva: nos enseñó cómo se solucionan los problemas informáticos en riguroso directo... y esta vez lo va a hacer también con los más arcaicos: la imprenta. Tomad papel y boli, abrid bien los ojos y subid el volumen.
Recibamos a nuestra auténtica musa como se merece... Damas y caballeros, aquí llega: ¡Curri, como nunca la habíamos visto!
El mejor regalo de Fin de Curso. Y ahora... ¡que empiece el verano!