Dentro de nuestra sección de Clásicos Básicos, hoy os tenemos preparado uno de los momentos más entrañables que los fanáticos del balón aún recuerdan con nostalgia.
Quizá no fuera el mejor centrocampista de La Liga, pero en los 5 meses que jugó en el Real Madrid, Thomas Gravesen dejó un recuerdo imborrable en la memoria de todos los aficionados madridistas. (¡Han pasado 5 años, y todavía se sigue hablando de un jugador que sólo jugó temporada y media!)
El Bernabéu en seguida comprobó que Gravesen era un jugador diferente. No tardó en hacerse con un puesto en el once titular, desde donde se ganó el cariño de la grada gracias a su carisma y a su entrega. Y es que pese a su antológica brutalidad en el terreno de juego, siempre daba la sensación de estar pasándoselo en grande, riéndose de todos, hasta de sí mismo.
En su fugaz paso por nuestra Liga, Gravesen nos regaló este inolvidable regate, que quedó inscrito en los anales de la historia como La Gravesinha. Un gesto técnico sólo a la altura de un loco, o de un tipo que tenía tan poco respeto por su integridad física como por la de sus rivales. (Avanzad hasta minuto 2:00 los que no tengáis paciencia).
Quizá no tanto un clásico para los que no sigáis la Liga de forma regular, pero la Gravesinha se ha ganado un puesto en nuestro ránking por méritos propios.
Nadie como Thomas Gravensen ha conseguido dejar una huella tan profunda en la Liga española en tan corto espacio de tiempo. Desde aqui nuestro homenaje y reconocimiento.
(Para ver el reportaje completo, haced click aqui. Muy recomendado).
jajajaja menudo descubrimiento el Gravesen este!! Lo desconocía por complétido. Es una mezcla entre Sloth de Los Goonies, Fétido Addams, Gollum y Peluco (en calvo, claro).
ResponderEliminarZIZÚ!!!
ResponderEliminarYO PABLO.
ResponderEliminar