Das Auto

Volkswagen siempre ha sido una marca automovilística fiable y de garantías. El rendimiento y la eficiencia de sus vehículos están fuera de discusión, avalados por más de 70 años de excelentes resultados desde que los superhombres nazis fundaran la compañía para acercar los prodigios de la ingeniería alemana a los sufridos y tenaces ciudadanos del III Reich alemán.

Aunque nunca he tenido la suerte de sentarme al volante de un auténtico VW, el motor de mi vehículo lleva su sello, y os puedo asegurar que cada vez que piso el acelerador a fondo, contaminando un poco más el aire de esta cochambrosa ciudad, me siento, por un momento, como un intrépido Stoßtruppen lanzándose al ataque contra las aguerridas defensas del infierno de Stalingrado.



Aunque todos conocemos sobradamente el logo de la companía, presente en multitud de campañas publicitarias, a veces es posible localizarlo en los sitios más insospechados. Como si de un Puzle del Profesor Layton se tratara, os desafiamos a escrutar la siguiente imagen para averiguar dónde se esconde el logo de la prestigiosa firma alemana, (además de en el panel blaco del fondo).

¡Ah! Y recordad... "el primer paso es formular una hipótesis"...


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