A Pique el Portaaviones

Es tiempo de hacer memoria. En nuestra andadura bloggera se nos ha podido tildar de homófobos, racistas, fachas, moralistas, paranoicos, xenófobos y machistas. No estoy dispuesto a consumir energía rebatiendo acusaciones de certeza más que probable, pero si hay algo que me enerva es la facilidad con la que estos calificativos manan de la boca de aquellos que no respetan la integridad de nuestra entrañable y patosa mascota, Duckles, vilipendiándole cada vez que nos deleita con su genio.

¿Pues sabéis lo que os digo? Que Duckles es el único en este blog que aún conserva su dignidad intacta, tiene un alma tan noble que ha preferido no defenderse de las críticas malintencionadas, y os responde como mejor sabe, fumándose un piti a vuestra salud, así, con total indiferencia.



Eso sí que es tener clase, señor Duckles, ¡nada como un buen chute de alquitrán y nicotina para contestar a esos rencorosos!

Y volviendo al tema de los descalificativos, y sin querer abordarlo en profundidad: de machistas nada. Puede que en este blog no abunden los culos masculinos, que nos diviertan algunas "correcciones físicas" del hombre a la mujer o que la peculiar forma de conducir (y de aparcar) de las féminas despierten nuestro asombro. Pero de ahí a tildarnos de machistas hay una enorme distancia.

En la Choza preferimos seguir disfrutando de las cosas pequeñas, como esos entrañables juegos de mesa que tantas horas de diversión nos dieron en nuestra infancia. ¿Quién no ha pasado tardes enteras intentando hundir los jodidos barcos de la flota enemiga, capitaneada por su padre, madre o hermano? Os regalamos este salto nostálgico al pasado, cuando las cosas aún estaban todas en su sitio.